Si clasificamos el total de agua que consumimos, solamente una tercera parte la necesitamos con calidad de agua potable para la higiene personal, la cocina y la alimentación. El resto de agua potable que consumimos, es decir, la que usamos para el riego de la huerta y el jardín, el lavado de ropa, la descarga de inodoros, la limpieza del hogar, lavado de vehículos, piscinas, etc., puede sustituirse por agua de lluvia.
El agua de lluvia presenta una serie de ventajas que deberíamos aprovechar (como se hacía en Córdoba hasta hace 70 años tanto en el campo como en las ciudades) frente a la crisis hídrica que periódicamente amenaza a las Sierras Chicas y que cada vez será más severa. Las siguientes son tres de sus características principales :
Por una parte, en las zonas rurales, es agua extremadamente limpia en comparación con las otras fuentes de agua dulce disponibles.
Es un recurso gratuito e independiente de los organismos suministradores de agua en la red y de la capacidad y sustentabilidad de los acuíferos que la proveen.
Precisa de una infraestructura bastante sencilla y de muy bajo costo para su captación (techos y canaletas), almacenamiento (Aljibe y Cisterna de mampostería ó plástica ) y muy bajo mantenimiento.
Los siguientes son ejemplos de cómo gastamos la valiosa y escasa agua potable que disponemos: Cada descarga de inodoro insume 20 litros de agua potable y hasta 150 litros por día. El lavado de un auto consume cada vez 120 litros de agua potable. Una manguera abierta en el jardín ó la huerta insume 900 litros de agua potable por hora. Un lavarropas consume hasta 100 litros de agua. Una piscina requiere cada temporada un promedio de carga entre 20.000 y 35.000 litros de agua.
En nuestra zona el promedio anual histórico de lluvias es aproximadamente de 974 mm, según los datos proporcionados por el meteorólogo Juan Navarro, director de la estación meteorológica de Salsipuedes. Es decir 974 litros por metro cuadrado. En una casa con 100 metros cuadrados ( 10m x 10m) de superficie de techo y aprovechando sólo el 85% del agua llovida, podría recoger y almacenar en su aljibe y cisterna aproximadamente 82.800 litros por año. Dado que en nuestra comunidad hay 1.827 conexiones a la red de la Cooperativa, conjuntamente este número de usuarios podríamos ahorrar aproximadamente 152. 000. 000 de litros de agua potable por año.
Para quienes crean que el Aljibe y la Cisterna son tecnologías pasadas de moda, les informo que en la provincia de Galicia - España (como en otros lugares del primer mundo europeo) el 17 de abril de 2010 se promulgó una Ley por la cual es obligatorio en todas las viviendas nuevas la instalación de un sistema de recogida, almacenaje y depuración de agua de lluvia para su reutilización doméstica.
La recolección de agua de lluvia supone para el usuario un ahorro de dinero en la factura, pero sobre todo implica un aprovechamiento racional del volumen de agua potable de la Cuenca Hídrica de Candonga de la que disponen para su abastecimiento las comunidades del Manzano, Cerro Azul y Agua de Oro cuyas poblaciones siguen creciendo y solicitando nuevas conexiones de agua de la Cooperativa.
Por Lic. Juan Behr
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